Algunas veces escribir es un desahogo
otras, da miedo llegar hasta lo profundo,
!es tan peligroso destapar la cloaca!
siento que los demonios se alborotan
y quieren subir a la superficie..
Hace tanto que enterré los fantasmas,
que se me olvida que están vivos
esperando una grieta, esperando un descuido...
Algunas veces podo el árbol del bien y del mal,
me da miedo que me atrape entre sus ramas
y me obligue a escupir una blasfemia..
Mi alma siempre divaga entre la luz, y las tinieblas,
entre el claro y el oscuro...
Nunca me he podido quitar las culpas, soy producto
de una educación hermética en donde el no, era ley..
En donde la negación a la libertad, era un dogma..
Y también soy producto del despertar del ser
del aprender a conocer el libre albedrío..
Hay días que mi alma navega sin timón,
solo dejándose llevar por el destino sin forzarlo,
y otros, tomo rumbo sin importarme escoger los
caminos, tropezando, levantándome, fortaleciéndome..
A veces la caída es dolorosa, hasta el fondo,
dejando un vacío peligroso, sin salida...
!aparentemente! porque después de descansar
el ser intuye, se levanta y empieza a ascender poco a poco,
haciendo una escalera con las letras,
tomando conciencia de la fuerza de las palabras,
convirtiendo el escribir, en impulso para seguir subiendo..
Después me doy cuenta de lo peligroso que es lanzar
las palabras al viento, porque al fin y al cabo
escribir, !es como escupir para arriba!
siempre hay algo encerrado y oculto entre las letras
que se puede revertir en tu contra.....
UN POETA LÍRICO
Arturo Gil 19/08/2014