Jorge Briceño

Nubarrones

Horizontes desérticos se burlan de mí,

mente insegura y un futuro soñado, 

se bombardea entre sí.

Sangre pálida y oxígeno escaso,

trompetas y violines tristes me acompañan en cada paso.

Escurrido entre mis dedos se me aligera el tiempo,

y tu sutíl perfume lo respiro con el viento.

 Sobre mi cabeza un nubarrón denso y lleno de tempestades,

los días son ilusiones soleadas y las noches, 

oscuras realidades.