Suenan las campanas
Anuncian la alegría
Son dos alegres almas
Que al altar se dirigían
Caminan extasiados
Con suave caminar
Van así escoltados
Por sus hermanos
Al altar
Es el día ansiado
Que había ya llegado
Y en sus vidas
Nuevos rumbos
Serán así marcados
Darán el sí
Que tantas noches
De ensuéño repetían
Y al fin en este día
Jubilosos lo darían
Un Sí de amor eterno
Con el que sellarían
Los votos de Pobreza
Castidad y Obediencia
A su Dios amado
Que los había soñado
Y que en sus manos
Con amor los había modelado.