Pobre corazón susceptible,
susceptible a tanto dolor.
En tus senderos solo castillos de papel…
Desmoronados por esperanzas
rotas que te hicieron creer:
“Que tu vida fue un engaño que se disfrazo de verdad”
Que habías logrado obtener la verdadera felicidad.
Te suscitas con los sueños y no ves la realidad.
No sabes que los sueños son sueños
y que tarde o temprano despertaras.
¡Libérate! no nutras con tu sangre una alberca de sueños, esta hecha de ilusión obstinado corazón.
No te encapriches a una herida deja que sane y cierre.
Que lejos esta ese mar, ves como baja la marea,
te quiere envolver con su encanto.
Luego sube, te retiene y sacia su sed con tu vida…
Te revuelca y se ríe de ti,
Y como en un juego te lanza
en una ola de sarcasmo.
Ya no es agua dulce es salada,
y de tus ojos broto la sal
y de tus labios broto la sangre
y de tu alma melancolía
de una hora que apenas
empieza a surgir en el reloj.