En la piel de tu mirada
vas dejando impresiones,
la tristeza abandonada
motivo de tus aprensiones.
El cielo lo vas bajando
entre versos escondido
la pureza va escalando
el manto de piel fundido.
Y entre matices claros
entregados con sutileza
piensa que alguién no raro
adivine tu fortaleza.
En el sol de tus palabras
ávido como el viento
son deseos que taladra
el amor en pensamiento.
La piel convertida en llama
el corazón un tormento
el alma siempre le aclama
respuestas al razonamiento.