Tendrá que ser así, mujer hermosa, tendré que conformar a mi espíritu y hacerle entender a estas manos que solo podrán tocarte cuando me atreva a plasmarte entre líneas.
Mi consuelo será imaginar tu sonrisa bajo la misma bóveda celeste que compartimos, aunque yo aquí te escriba junto al mar y tu allá, a leguas de distancia, me leas bajo cumbres milenarias, y tal vez, solo tal vez, espere las instantáneas que me permitan mirar el color de tus labios enmarcados entre aquellas comillas que se forman cuando sonríes, y será mi mayor delirio. ¡Por qué mujer, que hermosa te miras al sonreír!
Y ni hablar de tus ojos color tornasol, esos que con ternura dicen: \"Animo, es tan solo un mal día, mañana será mejor\". Y no porque lo pretendas, estoy seguro de que al caer la noche, no te encuentras pensando en mí.
Supongo que tendrá que ser así, me encontraré escribiendo cuando te encuentre en la vida, allá en la sonrisa de un niño, allá en el canto de las aves que reciben al día, allá en la forma de procurarse de dos jóvenes que se comienzan a querer.
Y es que eres hermosa, y no hablo del estado que se marchita con el paso de los años, cuando te observo veo más allá del físico, hablo de aquello que emana tu ser, la alegría que desprenden tus sonrisas, esa vibra que transmites en cada acto de tu día, y mirarte disfrutar del placer de ser amor a través del otro.
Tendrá que ser así, tendré que ser ausencia, porqué así lo dicto la vida.
Y tal vez algún día, puedan coincidir los hilos que manejan nuestro destino y enredarse un poco, hasta que la ausencia se convierta en pláticas que revelen nuestra humanidad, e ir mermando la ausencia, hasta encontrarse tan presentes, que tal vez, solo tal vez, ya no tendría que ser así.