Ya no cantaba,
se le veía triste en la rama,
su carita triste
y sus ojos llenos de lágrimas.
Sus alas caídas desordenadas,
todos pasaban de largo
nadie le preguntaba nada.
Su mirada siempre triste melancólica
su corazón hinchado por sus latidos
Su alma con espacio escondidos
sus trinarés cansados sin lógica.
Triste se veía al gorrión
triste el árbol milagroso
enfermosé de pena y amor
se a muerto mi gorrión celoso.