Los amores de lejos sabemos de soledad,
conocemos de tristezas que se van;
cuando suena el teléfono o llega la notificación
de la lap (ordenador)
y buscamos la forma de acercarnos,
porque la distancia no es opción..
Los amores cibernéticos sabemos de sensaciones
que disfrazamos con imaginación, que cubrimos
con anhelos... Los amores de lejos
sabemos de autocomplacencia disfrazada,
sabemos de deseos, que mandamos al fondo del subconsciente,
pero estos parece que se agrandan;
con solo una evocación, con solo un pensamiento..
Los amores de lejos podemos imaginar mas vividamente
los rostros de nuestra pareja cuando hacemos el amor,
escuchamos los gemidos, la respiración acelerada
que antecede al orgasmo..
Y estas sensaciones aprendemos a vivirlas al mil,
porque nuestros sentidos se agudizan tanto
que podemos captar hasta los mas mínimos detalles
de un encuentro amoroso a distancia..
Podemos ver sus ojos entrecerrados al disfrutar
cada caricia que recorre su cuerpo...
Los amores cibernéticos somos victimas de la modernidad,
de conocernos por los medios electrónicos a la distancia;
que muchas veces solo nos permiten estar por pantallas,
o por teléfono..
Los amantes de lejos sustituimos las manos del otro
por nuestras propias manos, los labios del otro
por nuestros propios labios, y nos acariciamos pensando,
sintiendo que son otras las manos que nos hacen vibrar..
Los amores de lejos solo tenemos un deseo;
!hacer realidad estos encuentros! y luchamos
cada día por ellos.....
Los amores de lejos sufrimos la cruda realidad,
cuando después de entregarnos por completo
queda la sensación de vacío, que el frío de la pantalla
al apagarse o el clic del teléfono al colgar no llenan..
Los amores cibernéticos despertamos cada día
con un deseo, que la pantalla fuera la puerta
para llegar a donde se encuentra nuestra felicidad....
UN POETA LÍRICO
(Sargento Cuartel)
Arturo Gil 16/11/2013