CELOS DEL AIRE
Quise decir aquel día
mirando el azul del cielo,
lo mucho que te quería,
tu mirada fue un consuelo.
Quizás quería decirte,
que celos tenía el aire
si tú a mi me quisiste.
Con el aire no te enfades,
que la luna traicionera
va confundiendo verdades
para que a ti no te quiera.
Cierra los ojos al sol,
que el reflejo de tus ojos
se convierten en un crisol.
Ahora cuando te miro,
y veo tú cara morena,
me confunde el delirio
y me atormenta la pena.
De tanto como te quiero
me lamento con el aire
mi desdén por tu requiebro.
Si me reclama la luna,
que a tu balcón no te asomas,
a mí no culpe ninguna
el sufrir de su persona.
Si es veleta tú cabeza,
el sentido a mi me quita
de contemplar tu belleza.
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Roberto J. Martín