¿Te parece poco extrañarte ?,
tus caricias,
en las mañanas tus visitas,
y en los sueños tu sonrisa.
Cuanto extraño los juegos,
el sol, nuestra estrella mas preciada,
la luna, nuestra fiel amiga,
y de nuevo tu ineludible sonrisa, que en la tristeza era la heroína.
tu collar que ahora es un látigo,
me castiga esta amargura.
Las personas huyen de mis versos,
disfrutan a cada segundo este delirio.
Hoy,
el pasado hace memoria,
y recarga el arma del suicidio.