Azul cielo, hilo blanco,hilo negro
ovillo estelar y pensamiento
Manos negras, manos blancas,
manos nativas en sus puestos.
Hilan niños mar adentro.
Tres barquitas de papel,
una mano; el mismo lienzo.
Izan vetustas hidalguías para el viento.
Pobre niño, el niño pobre,
hilan uno a uno, uno a uno sus momentos
con sus patrias estampadas en el pecho.
¡Ovillos, qué mas da!
Manos negras, manos blancas,
manos nativas en mi pueblo
surcan mares, mar inmenso.
¡Ovillos de contrariedad!
Claman tierra, claman puertos,
claman techo y hasta el pan de su sustento;
siegan huertos de ignorancia al compás de su abolengo,
cavan minas infestadas con el oro del desprecio.
¡Manos, todas juntas!
Por decreto y mandamientos.
Pobre niño, el niño pobre.
Todos ellos, niño y pueblo
son ovillos nada más.
Hacen filas, los ovillos, largas filas
mientras tejen el sudario de sus sueños
con tamboras disfrazadas de famélicos arpegios.
Todos rumian con sus bocas el bautismal esmero.
Azul cielo, hilo blanco o hilo negro,
Ovillo estelar, un pensamiento.
manos blancas, manos negras,
manos nativas en mis pueblos.
marcha de hombres, mar de intentos.
Tres barquitas de papel,
una mano; el mismo lienzo.
Esa historia que repica, que corroe hasta los huesos.
Todos rumian con las bocas su bautismal encierro.
¡Otro ovillo, igual nos da...!
Racsonando ando