Tarde de ocaso caminaba a la orilla del mar
y tambien lo hacía la dama que me gusta tanto,
iba acompañada de esther,
me llamó dijo:
la puedes acompañar esa tarde,
quise saltar de la emoción.
Cómo será un placer, le saludé
y me presenté ante ella,
le dije: mi nombre es Mauro,
y sonrió para mi.
Exclamé:
la tarde esta así de vivo color
porque el sol se esta ocultando alegre
al ver esta hermosuras ,
Esther respondió:
como siempre tan galán,
y hablan de usted que es poeta,
quien dijo eso ni yo mismo creo
que escribo un verso ,
solo se que al ver su lindura,
creo que hoy si me inspiraré.
Ahora todas las tardes nos vemos
para ver caer el sol,
y las caricias que los damos
es con amor y mucho placer.