En lirio blanco te escribía mis sentimientos
de amor te lo enviaba a tu teléfono,
siempre respondía que me llevabas
en tu pecho ardiente.
Pero como hoy te encuentro tan lejana,
ni así sigo con mi nota que aún te amo,
y siempre estarás en mi diario,
si volvieras no dudaría
que nunca he dejado de amarte
aquí en la paz de la tierra.