Sospecho que el cielo oscurecido,
Se muestra con un azul intenso,
Para abrazar el resplandor muy denso,
De la Luna, que alumbra mi camino.
Sospecho que el latido de tu vida,
Es un preámbulo de un tiempo indefinido,
Y sigo la latencia de aquel sonido,
Que me lleve hacia tu abrazo y su acogida.
A veces creo que el pensarte en mi silencio,
Es un rito que descubro en cada noche,
Donde tu Amor es un cántico del cielo,
Y tus besos un obsequio sin reproche.
Sospecho que el hablarte a solas me desnuda,
Y te muestra lo sensible de mi pecho,
Sospecho que besar tu foto bajo aurora,
Me descubre como amante y cero dudas;
Y todo ello me devela ante tus ojos,
Como aspa y flecha enamorada,
Que cruza acariciándose en el viento,
Para dar en tu corazón como morada.
Sospecho que me estoy enamorando,
Y que vivo de tu Alma a lo lejos,
Porque no comprendo cómo me despierto,
Pensando en ti, como siempre en mis mañanas.
Sospecho que Te Amo… y no me quejo,
Y presiento que tu Amor es mi consuelo,
Donde reposo mi palabra no anunciada,
Mientras beso tus recuerdos que aún no tengo.
Sospecho que Te Amo y no lo digo,
Porque mi Amor por ti es infinito,
Y en una dulce plegaria hacia el Cielo,
Le pido que te cuide é ilumine,
Mientras yo recito, lo mucho que te quiero.