Saul Vazquez

Soledad

Hoy me siento pasajero, como la piedra del camino o la deformidad en la carretera, el cielo gris permanece sin irse, no precipita, pero tampoco se asoma el sol.

Ahora camino entre él y la luna, la niebla obstruye mi vista y la hojarasca no me deja pasar, ¿A donde me dirijo? A ningún lugar, aún así me siento extraviado, ajeno a los demás, como en un sueño.

Sigo, mi cuerpo y mi mente me han abandonado, me quedo estupefacto ante el viento, y ante el reflejo de lo que fui, la tierra se pierde entre el cielo, los cerros tienen estrellas y las nubes se alejan entre si ¿Me dirijo arriba o abajo? Mejor me quedaré aquí puede que en el firmamento encuentre mi respuesta.

Ya pasarón segundos, días, meses, años, no recuerdo el tiempo exacto, dejarón de pasar recuerdos en mi memoria, no dejaré mi humanidad, ni que lo que más amo, lo que fui, pero el tiempo lo quiere, me quiere a mi. Comenzaré a moverme, seguiré a la luna y apuntaré al son también.

Sigo caminado, dejé atrás la hojarasca y la niebla dejo de ser tan espesa, sin embargo el frío me congela, quisiera abrazar a alguien, solo me tengo a mi, estrecho mis manos, toco mi cuerpo y me falta algo ¿Qué será? Tal vez mi alma, espero llegue más lejos que yo, al cosmos, yo solo quiero caminar y dejar de perderme en mi mismo. Siento que ya es tarde. No llegaré, pierdo mis sentidos, el tacto, el olfato, el oído, también  deje mi vista, ya solo me escucho aunque a veces siento que no me entiendo, recupere mi alma, nunca se fue, yo me fui.

Mi frío cuerpo ya no puede más, los escalofríos no me dejan mover, tengo los mismos matices que la luna y la noche, mis piernas se quedaron clavadas al suelo, me convierto en árbol, también en tierra, ahora siento desprenderse de mi el alma dicidio partir para conservarme, solo me queda observar el cielo ¡Ya está amaneciendo! y las nubes comparten los rayos por todo el firmamento, los cerros ya no se confunden con el cielo y las estrellas brillan más que nunca, la tierra adquiere ese color tan característico de la lejanía, el azul, la luna está oculta en su cuarto menguante, el sol hoy está demasiado brillante, ya lo siento en mi piel, ahora soy de aquí, ahora pertenezco a algún lugar.