Nestor Varela

El final de las cosas

En mi vida media épicos atardeceres he vivido

y hoy, destrozado junto al último titán argentado

un aire pesado ronda esta piel mestiza en un soplido

que es otra muy distinta pues tan severamente se ha dañado,

en miles de riesgos, sobresaltos y de soles se ha curtido.

 

Cuando llega la calma y el tiempo de los héroes ha concluido,

en cada evocación solana, al final de todas las cosas,

me alegra haber luchado junto a ustedes a través de fangosas

trochas en la gran gesta imposible que colmó mi latido.

 

Pero hoy, pasadas las luchas es hora de decir adiós,

nuestro trabajo ha concluido, aquí y ahora, a la orilla de la nada

llega el fin de nuestra cofradía, con la venia de algún dios

riendo y llorando por los cientos de hazañas celebradas

porque eso que parecía imposible ha sido hecho...

 

porque la idea era salvarlos,

sino a todos,

a tantos como pudiéramos

y así lo hicimos,

pero estas luchas,

tantas,

han dejado cicatrices en nuestros corazones

de diferentes maneras

la mayoría inmateriales.

 

La historia ha sido escrita

pero faltando unas pocas líneas

dejo al viento que atraviesa el humedal

las últimas palabras,

junto al higuerón majestuoso

y la luna menguando yo:

 

me voy dejándolo todo,

mis recuerdos los dejo,

mis afectos los dejo,

mi sonrisa (a ti) te dejo,

sin nada me quedo

para poder sanar.