En una posada medio
des lumbrada
de esas bien baratas
besos esperanzados de a ratos
cuerpos febriles preparados
para un pacto de amor.
Un libro hecho trizas
por un mal entendido
en el pudor que después
nos dio risas.
Hubo entre dos poco tacto
y lo sentimos, como la cosquilla
en el ombligo.
Las palabras abrimos
encerrados en el silencio
del colchón que tanto se movió
y pareció cuento
como sudó el cuerpo por entero
entre tantos te quiero.
Si fuiste mi carcelero de prisión
y la manzana te comiste
con ganas de llamar la atención
porque la mordimos.
Y aquel vino que bebimos
qué barato nos salió,
de eso nos dimos cuenta al rato
después de saborear los dos.
Pobre del perro que desde afuera
ladraba y no dejaba
el acto finalizar.
Una chancleta deseé tirar,
pero me aguanté el enojo
y sonriendo te besé
la boca y los ojos.
En una posada barata
concluimos la función
sin darnos cuenta
que en las ropas tiradas
se amaban garrapatas.
NellyCastell