Donde tu cuerpo acaba
comienza una extensión monocorde y desértica
de espacio indefinido, indefinible;
una llanura inhóspita, moteada de angustia,
recorrida por profundos barrancos repletos de amargura,
donde el ardiente día quema toda esperanza de volver a encontrarte
y la gélida noche impide el movimiento que me aproxime a ti.
Donde tu cuerpo acaba
se inicia un lago tóxico de insalubre aspereza
donde las ilusiones se asfixian al perder tu contacto,
los versos se retuercen sin son, envenenados
y las miradas se enturbian al sentir tu distancia.
Donde tu cuerpo acaba
reina la oscuridad impenetrable, opaca
que impide distinguir más allá de las manos
y acrece el desazón por perder tu presencia.
Donde tu cuerpo acaba
comienza un mundo hostil donde el amor no cabe
ni la ternura puede crecer entre los brazos.
Donde tu cuerpo acaba
se apaga todo aquello por lo que yo he vivido.
(del poemario Rumor de soledades)