Lincol

DEMÁS ESTÁ DECIRTE…

 

DEMÁS ESTÁ DECIRTE…

 

Demás está decirte, como todo mortal,

que anhelo un día ­-de invierno frágil-

de gotitas cristalinas y tiernas,

desnudarte en una noche no cualquiera

como lo hace el anochecer con el día,

sin prisa y sin demora

con la armonía enamorada.

 

Demás está decirte

que las noches ya no son frescas

y que la aurora no sonríe como antes;

que las horas ya no son mágicas

y que mis manos extrañan

regalarte una flor a diario.

 

Sí. Demás está decirte

que el rocío se pierde en tu piel

-como el cielo en tu mirada-

y que eres la sorpresa más bonita

que Dios puso en este mundo... ¡Mujer!

 

 

Autor. LMML.