Ella vestía aquel regalo
Era una completa rosa
La seda del vestido
Cubría todo el receptáculo que era su cuerpo
Florecía abriendo una linda sonrisa para mis ojos
Los pétalos rojos justos a la medida
El cáliz de sus piernas
Y el polen que me hacía soñar
Una rosa limpia
Sin ataduras ni espinas
Lista para entrar en mi mirada
Cual reflejo de luna en el mar.