Encuentro un cielo de luces,
millones de rayos destellan,
la luna presente sobresale
como la musa que nos cobija.
Algunas melodías brotan
de entre los fresnos y sauces,
el grillo se arma con el chelo
y tu voz en lejanía inspira la vida.
Arrodillado estoy ante el universo,
ante la parte de la que soy el resto,
pidiendo a las ilusiones
que me dejen observar tu ser.
Ver tu sonrisa en el mundo
es la mayor dicha,
mejor dicho
mi mundo es tu sonrisa.
Algunos astros se mueven,
veo sus puntos luminosos,
con la distancia me sorprende
que sean tan hermosos.
El brillo de tus ojos
es más potente que lo bellísimo
del sol al alba
cuando despunta el cenit.
No imagino algo más hermoso
que observar tu rostro
en el crepúsculo
junto al océano de lo desconocido.
Tu alma grita a la mía
palabras sabias que yo no sabía,
un amor olvidado, guardado
en los milenios del tiempo.
Descubro eso en tu risa,
esa linda melodía me lleva
a las aristas de los momentos
en los que éramos unión sin partidas.
Mi sustancia de vida
ahora espera una casualidad
para deshacer la soledad
y a tu lado poder estar.
En la vera de la creación
nuestros cuerpos se enredan
en los misterios de la salvación,
en el ramaje del amor.