Cantar de los cantares,
Excelso sublime poeta
Tu voz me eleva hasta el cielo
como sinfonia de ángeles etereos
Orquesta de cánticos eternos
Se escuchan los estruendos
El latir de mi corazón que se invade de alegría por leer el cántico de tu dulce melodía, hecha poesía
Me invaden tus palabras hasta el fondo de mi alma
Cómo brisa tenue, refrescando mi frente
Oh poeta de tus versos quiero estar presa
hilvanador de letras, eres poesía, verso y letra
Te busco por la noche y un beso se desprende de mi mente ferviente
Mis labios se posan en lo invisible de tu prosa
Como una caricia al viento, besos en la mejilla o en tu alma bendita
Oh labrador de sueños, también te juro que no miento!
Llévame a tus atrios celestiales
En el pórtico de tus pensamientos
Porque eres poesía divina
Que lleva luz y dicha a mis dias
Quiero buscar la luz que me lleve
A las sendas de tu pulcra verdad silente
A esa luna llena grande y bella
Cómo tu corazón que brilla como estrella
Y en el sonido de tu risa llenarme de alegria
Que ilumines con dulces recuerdos
Que no exista la oscura verdad del sufrimiento
Porque tu presencia son cánticos celestes
Eres mi principe celeste
Es por esa razón que te escribo
Mi querido Incógnito amigo
mis líneas entregarte
Con sublime abrazo regalarte
mi fecundó corazón brindarte
Y te confieso;
Que de tus brazos deseo sentir el calor de tu cuerpo, ese abrazo sincero del amor puro que te profeso
Mi Querido:
Príncipe Poeta, que de alegrías has colmado de paz
Las infinitas ansias desiertas
De mi larga y fría soledad
Quiero que seas mi alabanza
Mi templo y altar de mi cuerpo
Regalarte mi fecunda algarabía
De mis cantos hechos sonrisas
Te admiro desde lo infinito
Desde aquella noche que nos conocimos
En esa figura difusa de tus líneas ocultas
Que me iluminas como el sol de mediodía
Regalarte mis plegarias benditas
Por ser una luz en mi vida
Oh poeta quiero ser tu musa secreta
Llevarte a lo apacible de este invierno que llevo por dentro
Te suplico:
Que te quedes en las noches oscuras
En los claros días que pasan de prisa
En las tormentas que existen inclementes
De mi oculta verdad indulgente
Tienes mi tesoro en tus manos puras
Guárdalas sigiloso en el fondo
De tu mundo Incógnito
De tus bellos versos te lo imploro
¿Qué más decirte?
Que mi amor fraterno quiero regalarte
Sin temores o falsas verdades
Que seas como ese libro
En tus páginas quiero escudriñarte
Tú eres la perfección del medio oriente
De tu estirpe sagrada un rey se levanta
Eres arte, eres poeta mi amor divino
Príncipe de letras,
Permíteme, conocerte navegar en lo profundo de tus fuentes
A los lugares que rodean tu mente
En cálidos abrazos de tu cuerpo solemne
Confieso:
Tu bondad sencilla, tu humilde corazón
Tus palabras sinceras de nobleza
Que me bañan con su fragancia
Y me llenan de promesas
Déjame retirar el velo de tu cara
Escudriñarte seréno y con calma
Tu alma desnuda entre mis ansias
De no perderte, besar tus fragancias
Entre mis dulces besos Príncipe
De letras escarlatas