Araceli Vellber

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Por días, me ausento como las nubes

otras aparezco todo cubierto

como aquellos negros nubarrones que presagian tormenta,

expuestos en un orden informal

o alineadas perfectamente

y si hay algo infinito lo abrazo

y si es efímero, ese soy yo otra vez,

como aquellas nubes.

Otros días me refugio

en hojarasca depositada en el suelo

siendo pasto de los silencios

o acompañado de fuertes pisotones

o víctima de algún talentoso buscador de setas.

El principio fue eso, empezar,

todo lo demás siempre resultaba ser el final.