Yo me quiero a tu lado,
columna de tu nombre,
andamio de tu sombra.
Por si acaso las noches
se hicieran palabras,
entonces me quiero
mitad hembra, mitad verso.
Me declaro tu bien,
tu signo, tu tempestad.
Me prefiero a tu izquierda
para quedar codo a codo
con tu corazón.
Y tambien me quiero
delante tuyo,
para tropezar con tu labio
y que no siempre sea beso,
que a veces sea silencio.
Que del silencio nacen
los grandes amores.
Me quiero tu patria,
tu territorio -tu casa-,
que me reconozcas
a pesar de la lejanía
y del espanto.
Y por sobretodo,
firmo a favor de tus ojos siempre.
Heme aquí,
queriéndome a tu lado
por los siglos.
Y por los siglos ser tu ceremonia,
y en ella,
declararme tu adoradora.