Pero sepas
muy de prisa y temprano
en tu alféizar, un canario
depositará un regalo
colorido y adornado,
y tras el lazo desatado
encontrarás un haz de atardeceres,
estrellas remojadas
y blancos fragores de cascadas
y besos, y tumultos
de corazones escapándose en gotas
al rumor y tintineo
de tu esencia,
al jolgorio de tu verbo
y escancia trepidante de tu ayer
de tu presente,
al verdor oloroso de tu anhelo,
las campanas de tu eco misterioso
tu espera delirante
y mi recuerdo.
Bolívar Delgado Arce