En las tinieblas de la noche,
en el albor de la mañana,
en el calor del medio día,
cuando la tarde ya se apaga.
Entre los hielos del invierno,
entre las flor de primavera,
entre las playas del verano
mi corazón por ti golpea.
Golpea el pecho dolorido
golpea el vientre desatado
y entre la cárcel del recuerdo
llora con lágrimas de sangre.
Y espera su ultimo latido
con el dolor de tu memoria
buscando el brillo de tus ojos
desde el ocaso hasta la aurora.
Podrá la muerte enamorarme
podrá la muerte hacerme suyo
pero conmigo he de llevarme
mi corazón unido al tuyo.