Después de mil batallas con la multitud
la única salida fue su perdición.
Luz de luna como compañera
sonrisas frías desde mascaras sumisas.
En las noches frías su salvación
entrar en el infierno con un desconocido
es la forma en vivir la vida.
Cada día la misma rutina,
preparar el alma
para los baños de mentiras,
las caricias ficticias
podridas entre la verdad,
besos falsos
que le darán un abrazo,
en el alba
de su triste soledad.
Monotonía escuchar voces amorosas,
sentir calor de un cuerpo
que en su vida conoció.
Sentir la pasión de corazones rotos
es el único trozo de amor
que a su esperanza llega
en la búsqueda del adiós.
Mujer que pasa y corre
con sus alas rotas
desnuda entre las habitaciones,
hace acto de amor falso
sin conmover sus dolores.
Allá va entre labios carmesí,
ojeras en tinieblas,
mirada en el abismo
y el corazón desaparecido.
El tiempo se olvidó del nombre,
la multitud borro su rostro,
algún borracho enamorado la recuerda
pero no sabe de ella más que solo
el tamaño de sus piernas frías.
Se fue y quedo registrada
en los archivos del medio,
como una prostituta más
que perdió la vida,
en el trabajo de una malquerida.
Adiós mujer de mil amores,
quedarás en el polvo
viajando por el orbe,
sin ningún amigo que te nombre,
sola en el universo
desvaneciendo risa en el tiempo,
olvidando tu esencia
que se perdío en tu primer mentira.
.