Como una fortaleza medieval
Elevando el firmamento su plegaria:
Como el confortador abrigo de la casa
Que colma la ternura nuestras ansias.
De ese modo surge España.
A los ojos de América
Rodeada por una muralla montañosa
Pero abierta, fragante, luminosa
Como el destello de la aurora,
Guardando en la vibrante ascua de su pecho
Los olivares y viñedos,
Los variados cultivos
El salubre resplandor mineral
Y la verdeante frescura de sus ríos.
El claroscuro
-Contraste permanente-
Es inseparable de su esencia.
Su mutable dinamismo cultural
Tiende al equilibrio en su cadencia.
Porque encierra el clavel, y la espada
Un corazón
De azucenas y de fervor místico,
De canciones, amigos y alegrías,
De lealtades, pasiones y heroísmos,
La dualidad es la constante
De su ser histórico
A través del tiempo
Porque están asidas sus raíces
A la idiosincrasia de su pueblo.
Está impreso el carácter español
En el Arte de expresiva fuerza,
Por gigantesco y sobrio.
Patético y vital,
Con cierto estoicismo de raza
Que refleja:
Atávicas visiones erguidas,
Desafiantes,
Sollozos de la carne.
Vibraciones de lágrimas
Que trazan surcos en la tierra.
Mujeres
De belleza perfecta.
La búsqueda sincera de DIOS-Misericordia.
La frente extasiada de blancura tierna.
Los mendigos y majas
El coraje y la afrenta
El eterno problema del hombre…
Tierra bendecida.
Paradigma de acendrado
Respeto por lo humano
Y de inagotables secretos
Vividos y por vivir.
España
Por ser mi misterioso retiro en la noche
Y un trino inaugurado de alborada
Por ser única y diversa
Por ser cuna de auténticas libertades
Al escuchar en tu guitarra, Ramón,
El Concierto de Aranjuez,
Encuentro el equilibrio
De un preclaro destino universal.
Amalia Lateano