El ojo del toro es
de un brillo hondinégro.
El ojo del toro certero
se oye el mujído solitario.
Me pregunto a que espero
es un dolor incomprendido muy negro.
Instantes de paseo con la muerte
ante tus ojos que no quiero ver
para no hablarte para no quererte.
Porque voy a sacrificarte
voy a sentirme ebrio de nuestra
gran soledad, quiero acompañarte,
no mires, pasa despacio
en esta tarde de golondrinas
libres y cercanas.