No escribo para recordar tu vida,
Sino deseo que cuentes tu muerte...
Mucho tiempo has desperdiciado,
Siempre te has cerrado.
Cada una de las caricias de vida,
Has debido disfrutarla.
¿Hasta cuál momento vas a ignorarlas?
Dulce placer del olvido,
Amargura de la alegría.
No es por cantar tu exterminio,
Sino trascender en tu lamento.
Juega con las manos de las Musas,
Pídeles que hilen el destino de tu voz,
Deja ese maldito recuerdo,
Evade peligro de la hoz.
La vida ha de tejer tu camino,
La muerte ha de ser tu paz.
Lucha contra ese destino;
No te rindás
Transforma lamento en olvido,
Alegría en satisfacción.
Dulce momentos has tejido.
Pronto de transformarás...