Por un camino muy largo
hoy llegaron a la luna,
la brisa amorosa jugueteaba
con mucho amor y donosura.
Corría el agua esa mañana
cuando Dios las abrazó
dulcemente con sus alas blancas
cuando el las recivió.
Ensombrecida la luna blanca
en el azul de sus lindos luceros
veía el agua por los caminos
bajo la luz del bello universo.
Bañabase Dios con la brisa
bajo la luz del bello cielo
viendo llegar a las dos estrellas,
y amándolas con embeléso.
Dios las abrazo con ternura
rebosándolas de bienestar
de aires frescos y lindos celajes
Amándolas en la eternidad.
Autora
María Luisa López Pisú