El siguiente poema está basado en hechos reales en una imagen lejana. Sin que sepa que ha pasado en esta dura jornada de frío polar, al llegar de trabajar he visto por mi ventana bomberos y policías en las primeras fincas de texas subiendo a una ventana. ¿ Pobreza energética, un electrodoméstico viejo, una disputa…? Quizás toda la desesperación a la vez mezclada en este nuevo incendio.
I.
Está cansando el Rey de texas,
del mundo de los blancos.
Ya llega la policía y los bomberos
a recibir con laureles al rey de texas,
a su ventana.
Trajó mariposas en la garganta
por un jornal robado.
entró por la puerta del piso,
haciendo equilibrio entre las palmas,
para poner el Rey,
su amarga queja en el canto.
Da el Rey al fuego unas monedas
que se funden como la noche con las estrellas.
entre los rotos palets bailan los gitanos de texas,
antes de acabar las tablas en el fuego.
Olvidando el Rey,
que al levantar las sábanas esa mañana,
estaban llenas de escarcha,
y tenía la cintura estrangulada.
Ay, Rey de Texas ,
que no tienes carro, cabra, ni monte,
ni te ampara la ley.
Eres Rey de un jornal robado como el blanco.
Y la luna está oculta de tu mirada,
tras las luces amarillas de las farolas
que dejan el cielo negro como los pozos y los calabozos.
“Ay Rey de texas,
¿ A qué tanto progreso, tanto piso del estado?
¿ A qué tanta esc uela, tanta educación?
Si de las paredes baja hielo
de un planeta sin nombre”
Le están diciendo las cosas
que tienen atrapado al Rey de Texas
mientras arde la casa
y todo vuela libre por el aire,
entre la indiferencia y malicia de la gente que pasa y mira
a su Rey.
Angelillo de Uixo.