Es tu verso la fuente del amor cristalino,
es el ánfora fresca de celeste armonía,
en su fondo y su forma se conserva hidalguía
con magnífica esencia de perfume nardino
Es gorjeo precioso del zorzal argentino,
que derrama las notas de cordial simpatía,
con las mieles excelsas de la eterna ambrosía
el espíritu llena con su olímpico trino.
De jazmín y de lirios me parecen altares
que penetran el alma con eximios esmeros,
con vaivenes tranquilos de ondulantes veleros
que nos traen las brisas de prolíficos mares.
Tus poemas transpiran lealtad y cariño,
los imprimes con gotas de sereno rocío
en sus trazos sentimos la frescura de estío
y que fueron bordados con la piel del armiño.
Con el céfiro suave de tu lira poética
en eólico sueño nos quedamos volando
y la diosa Polimnia, tu versar admirando,
a tu plantas se postra por tu pluma magnética.
Es tu límpido canto primorosa homilía
que le rinde homenajes al fulgor de la vida,
y por eso, mi amiga, de mi pecho prendida
tu romanza la guardo, mi querida María.
Autor: Aníbal Rodríguez.