Ladrando hilaridades
Te encontré,
Con el fastidio fanático a la alegría zurcida
Revoloteabas la cola
Intentando ingenuamente
Deshacer la perspectiva
De los cojudos recuerdos;
Mientras tu lomo
Enlodado de consuelo
Emperraban mis imbecilidades
Con el ridículo ego
Que solías denominar dignidad.
Yo reciclaba el dolor de las tumbas
Con estigmas provenientes
De perrunas cagadas de libertad,
Tú, ¡estabas ahí!
Retroalimentando la lluvia
Con la carcajada indigna
Del idiota jodido,
Éramos dos…. ¡dos sola-mente!
La perforada sonrisa….
La huequeada felicidad….
Perromuertoderisa
Risamuertadeperro
Muertedeperrarisa
Aguardando
el cromático café
que gorgotea flojamente
entre diatónicas roscas,
tu saliva huérfana de rabia
Se resignó a la devoción
De las babeadas migajas.
Y todo
Se inundó de sentido
Cuando la devaluada muerte
Miserablemente nos justificó.