Te espero en el hoy del siempre,
me cuelgo al cuello tus abrazos,
esos que guardo para calentarme.
Descorro el zipper de tus besos,
para que alegren mis ojos
con las sonrisas tuyas,
tan sinceras,
tan puras.
No hay mejor forma de aguardarte,
que dejando correr a los dedos,
la dulzura que destapas,
al pensar en tus labios
desabotonando mi boca,
arrancándole al cariño
toda la miel en los \"te amo\".
Acunándolo en mis manos,
un poema en silencio
cosquillea de emoción,
reorganiza sus metáforas
y aliza su ropa de flores,
listo para trinar sus versos.
Ya casi llegas,
el olor fresco de tus pasos
deja entrever su eco.
Otro día alista su pincel
para escribirse eterno,
para dejarnos cincelar
la historia según nace.
Te espero en el siempre
del presente que escribimos,
con la voz de los silencios
acariciando el alma.