Metáforas plagadas de sentimientos
rodean en torno a esas sillas
que un día fueron ocupadas
Y hoy están vacías.
Metáforas colmadas de melancolía
por la ausencia de quienes les daban vida
porque en ellas ya no reposan aquellos seres
que en día en torno a la mesa sus viandas compartían
mientras que por amor a los suyos
sus penas acallaban para solo mostrar alegría.
Se repitieran las historias de sillas vacías
porque cada persona gozará de dichas
que un día se trasformara en desdicha
cuando sus sillas también queden vacías,
ya que nadie se librará de ver la ausencia
de los seres que tanto querían.
Metáforas plenas de alegrías
que acarician el alma al gozar de sillas llenas de vida.
Sillas en plenitud que alivian las penas que dejan las sillas vacías.
Sillas que se mudan en tronos celestiales,
sillas que se convierten en esperanza,
sillas que de plenitud brillan.
Metáforas que trasmiten sentimientos encontrados
en la amorosa Noche Buena,
noche de amor, paz y alegría.
Sillas que en fin de año olvidarán las penas
porque uno nuevo llama a la puerta
y lo hay que recibir con alegría
en espera de que no termine con más sillas vacías.
Noche Vieja que va dejando mil sabores en nuestras vidas.
Sillas nuevas en torno a la mesa y otras envejecidas,
unas faltas de experiencias
otras colmadas de sapiencia
que entre penas y alegrías serán compartidas
Y si se es sabio de ternura llenaran las vacías.
Metáforas que no son nuevas
pero en cada hogar y corazón habitan.
Metáforas plagadas de amor y sabiduría.
Metáforas que nunca dejaran en el olvido a quienes ocuparon
Esas sillas que tanto amor abrigan.
Luisa Lestón Celorio
Asturias- España