Max Hernandez

Encuentro...... SVP

Estaba el poeta en su cueva

Puliendo sus últimos versos

Y en eso ante él se presenta

La Diosa de todos sus sueños.

 

Tenia las formas perfectas

Los brazos piernas y senos,

Ondulante y roja cabellera

Y carnosos labios de ensueño.

 

Se acercó insinuante al poeta

Y dijo: «No temas, dame un beso.

¿Acaso no soy yo la dueña

De tus mas bajos deseos?»

 

Estaba el poeta perplejo,

La garganta y los labios secos.

Temblaba de pies y manos

Bañado en sudor su cuerpo.

 

Tomó valor y de un salto

se apoderó de aquel monumento.

Tomó en sus manos su pelo

Y con ansias le dio un gran beso.

 

Mas grande fue el desconcierto

De nuestro poeta travieso:

Sintió los cuernos bajo el pelo

Y colmillos en los labios tiernos.

 

Mas con ansias se entregó al deseo

Y a las insensatas pasiones del cuerpo.

Disfrutó del lujurioso encuentro

Con la sensual princesa del infierno.

 

Pasado el momento placentero

Estaba el poeta en desconsuelo.

«¡He entregado mi alma al infierno!

¡Mi Dios! ¿Por qué sucedió esto?»

 

Mas la hermosa diosa le dijo:

«Tranquilo poeta, deja los lamentos

Que no es este nuestro primer encuentro.

Tuya he sido por ya muchos milenios

Y eres mio desde siempre, 

desde el inicio de los tiempos...

Solamente que lo olvidas cuando

Tu alma inmortal cambia de cuerpo»

 

Asombrado escuchaba el poeta

Peor aun, cuando en un espejo,

No pudo notar su reflejo...

«Ahora entiendo —se decía—

El por qué de mis colmillos

Y, de beber sangre, mi deseo»

 

Voló sin destino la diosa

Liberó el poeta sus versos.

Se dedicó en cuerpo y alma

A conseguir nuevos cuerpos

Para satisfacer sus deseos

De sangre, pasión y sexo.

 

Vagó por cielos y mares

Recorrió el mundo por completo.

Consiguió muchas amantes

Y también muchos adeptos.

 

Mas siempre retorna a su cueva

Esperando de nuevo el encuentro

Con aquella endiabladamente bella

Dueña de sus mas bajos deseos.