Entonces la vida
comenzó a parecerse a lo que el imaginaba
todo tomo el curso de sus párpados de amante
el amor se presento a su casa
abriéndole las puertas de su corazón
sin que nadie lo supiera.
Amigo del tiempo
supo esperar y cosechar palabras al viento
y derrotar por una vez a la venganza.
Tranquilo sus pasos
fueron acomodando su instinto
y jugo a un juego sin final
sumergido en un placer
que nunca antes había conocido.
Esos fríos labios
se acomodaron como abrigo de su alma
pintando retazos de colores
al día oscuro y gris
que de lluvias se nutria.
Todo era río, agua y paraíso
era ser lo que era
bajo la simple palabras de la vida.