REFLEXIONES
El que nada duda, poco sabe
El que mucho presume, nada alberga
Pobre el hombre que se cree grande
Porque esconde su pobre inocencia
Los hermosos pasos del que ande
Anclado en su propia esencia
Serán recompensando por su existencia
Y tendrá en la gloria su recompensa
No hay material que pague la vivencia
El alma en lo espiritual, es eterna
Las vanas ilusiones, se quedan en la tierra
Y ni siquiera en el recuerdo quedan
Su fragilidad es solo valor de una siesta
Como un sueño, que se pierde y no queda
Ni siquiera, el recuerdo de lo que se sueña
Hacer el bien, aunque creas que se pierda
Es nuestra misión, en esta leve tierra
Mirar la verdad, aunque resulte incierta
Debe conducir a una vida recta.
MANOLO TUA ENERO 2017