Excelso en la gratitud
que derrama la generosidad
de tu leal y fiel entrega
sobre la plenitud
de mi ser…
ese ser,
sediento de amor;
anegando el tiempo
con ilusión y el anhelo
de embriagar sin temor
en el cáliz incandescente de tu imagen,
imagen bella
apasionada y agraciada por el esplendor
del cielo y la infinitud del universo,
altivo en la dicha
que ilustra brillo en mis ojos
y luz en la mirada
que divaga feliz por los días,
sintiendo la inmensidad en los dedos
y los labios que recuerdan
el rose sublime de tu piel perfecta.