TU DUEÑA
Jamás esperaste sentirte así,
tan frágil y sensible,
desnudo del alma
y con el corazón henchido de amor.
He ido descubriendo
tus más íntimos secretos,
esos que a nadie muestras
pues solo conocen tu lado de poeta.
Y ha sido maravilloso
adentrarme en tu vida,
ser partícipe de tus desvelos
cuando el insomnio cubre tus sueños.
He tocado el punto débil del ser humano,
he tenido entre mis manos
hasta tu hombría empequeñecida,
esa parte que todas desean
y que solo yo he poseído.
Sé de tus tristezas, de tus enojos,
sé el motivo de tus alegrías,
y hasta el nombre de tu musa,
esa que tanto mencionas en tus poemas.
Solo yo conozco las emociones
que a tu alma embargaron,
la primera vez que tuviste ante tus ojos
las maravillas de un cuerpo desnudo.
Conozco tu larga lista de amores,
también tus fracasos y tus decepciones.
Sé que tu corazón es sensible, que lloras con facilidad
ante las cosas bellas de la vida… y también por la maldad.
Sé que sufres al ver las injusticias del mundo,
que darías tu vida por cambiarlas
y poder darle un poco de alegría
a tanta gente necesitada.
Te conozco más de lo que tú mismo supones,
pues de a poco nuestras almas se entienden,
Se perciben… se desean.
En pocas palabras… Soy tu dueña.