racsonando

Sólo una queja...

Sólo una queja...

¡Cómo duele resignarme a esa voz de cofradías!

¡Cómo duele resignarme a esa voz de cada día!

¡Cómo duelen niñas mías!

¡Cómo duelen flores mías!

No me abriga ni la tal melancolía.

Todo es monotonía.

Sólo un grito, una voz que se levanta,

que se eleva hasta el costado,

que marchita vida y vida.

Ya no hay besos ni caricias

ni las manos son fulgor,

si entre tantos hay afrentas.

y el dolor que se avecina.

Y esa brasa en el fogón ya no arde, ya no quema.

¡Sólo es queja.. sólo es queja!

y se aleja su calor

y se apaga el corazón con miradas de dolor.

¡Cómo duelen hoy las queja...cómo duelen hoy  mis quejas!

Y la distancia es el dolor por la hija que se aleja...

Por las hijas que se alejan

flores mías, no es retoño ni la flor que se pone en la bandeja.

Flores mías no hay amor  sin el agua en las macetas.

Flores mías es amor que se vende entre las rejas.

¡Sólo es queja... sólo es queja!

                                       Racsonando ando