Olas de su voz llegan lentas e insistentes,
se dibujan los contornos de su cuerpo
en mi mente, como las ondas del mar
de su mirar, de su respirar, aun yo siento
amor me sabes a mar bañando la arena,
amor ya no le dejas marca en su andar
si las lágrimas derramadas fueron la señales,
cerrare los ojos para solo mirar su sonrisa
la noche pasa lentamente, la otra noche,
la de lentas y frías ráfagas bajo la puerta,
ahora me siento lejos de casa, la recuerdo,
ella sentada mirando al otro lado del sofá
así se respira la vida la de sueños archivados,
la de la habitación silenciosa y puerta cerrada,
quizás deba aprender a disfrutar el momento,
mañana comenzare a ser el mismo enamorado
ella fue poesía, que lleno las hojas blancas,
y la recamara con su desnudes hambrienta,
su aroma se quedó atrapado en el rincón
de las horas de juegos incontestables
no siento forma ni razón decía la carta,
mejor la puerta seguirá cerrada al mundo,
hasta que el recuerdo se hunda lentamente
mirando cómo se aleja de mi mano su cuerpo
es lo más cerca al cielo que nunca estaré,
pensé, a tenerte renunciare, pero quédate
le pedí, aun así yo te tengo, le dije…
no es como esa noche, no regresare a casa
Ganado tengo el pan… Hágase el verso!!
Flabio Marti and bad co.
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“con la mirada caída y los ojos llorosos le dije.
Quédate otro rato,
Con su sonrisa traviesa, respondió.
No, ya tengo que irme y tú ya debes despertar”