kavanarudén

Oniros

 

Delicado y sutil te acercas.
Me abandono plácido en tus brazos.
Despacio me llevas a los secretos de tu regazo.
A parajes lejanos, a cielos multicolores, mundos de fantasías.
En ocasiones eres erótico elevándome al placer,
otras placentero conduciéndome a dulces senderos
o lugar de encuentro con vivos o difuntos.
Cuando no hemos yacido me siento agitado, nervioso, agobiado.
Al menos necesito ocho horas en el lecho contigo; así todo mal mitigo.
Me refuerzas y das delicioso alivio.
Separarme de ti cada mañana, noble hazaña, pues junto a ti me quedaría más horas del día.
Sin ti, sueño querido, simplemente no existiría.