Ella quería una noche de sus noches
Soñar en sus brazos; enamorada,
Hacer de su cuerpo, amor y derroche
Sentirse una princesa encantada.
Así vivía ella; amando a su príncipe
Entre cartas, poemas y desvelos,
Esperaba que el hada madrina llegara
Para hacer realidad, todos sus anhelos.
El reloj implacable marcaba las doce
El zapato de cristal se desintegró,
Se durmió esperando el príncipe
Que a su lado nunca llegó.
Solo quería ser su princesa una noche
Pero él del palacio a otra escogió,
Le dedicó su mejor canción; ella sintió celos
Y nunca más le envió, una carta de amor.