Con cada paso que doy en la vida, es casi común que tienda a sublimar cosa alguna.
Impulsos de alabar, enaltecer y ensalzar. Son Tendencias a idealizar.
En una búsqueda de la verdad, en una urgencia por visualizar todo lo auténtico y original.
Ideas platónicas, que se elevan y arriban a lo onírico. Se mezclan y se confunden con lo inconsciente.
Es deber entonces de mi mente definirse así de una vez por todas, si sublimar o aterrizar, si hundirse en la profundidad o emerger hacia lo superficial.
Sublimar entonces el deseo por querer abarcar toda idea incomprensible y abstracta hacia todo acto puro , preciso y concreto .