Luisa Arias Soto

Sirena

 


No sublimes tu dolor en llanto,

no oxides junto al mar tu cuerpo,

no te sometas a la ardiente playa

que quiere quemar tu cuerpo.


Te atrapo el amor en sus redes,

te envolvió con palabras de encanto,

te extasió con besos de arena

y con caricias robo tus labios.


El sol doro tus cabellos

de tanto esperar a tu amor,

no sabes que el muelle esta quieto

y el en un barco partió.


Las áridas aguas han escamado tu piel,

y la luna ya se canso de esperar

para mecerte en su techo cuando mengua

e iluminarte la noche cuando nadas.


Tu amigo el unicornio llora al no cabalgar junto a ti,

 y los delfines ya no juegan solo por verte llorar.


Y tu mundo aun sigue cautivo

ante tu fría y amarga soledad.


El ancla de tu amor traspaso tu corazón

y te maldijo con su encanto,

ese encanto que es tu voz

y esa voz que es canción,

ha hechizado al marinero

y el marinero se ahogo,

por tu dulzura y encanto que lo sumergió.


El no era tu amor, tu amor ya partió,

te dejo, te abandono.

Deja esa playa de sueños

deja que ya no lo son.


No te condenes a vagar por el mar

por un hombre que te engaño.