Silencio elipsis.
Tu hablas agua clara,
bajas de montes y cuestas de las calles empinadas.
Silencio.
Las torres del pueblo vigilan caídas,
desde el subsuelo.
Y los ojos van dirigidos siempre hacia el mismo agujero.
El feudo: eternamente habitado.
Con sus gentes cogidas en un anillo.
Unas veces el anillo controla.
Otras veces el anillo vigila.
Y el feudo pervive eterno,
con idénticos recuerdos,
nuevos y viejos,
entre sus gentes modeladas en el tiempo,
únicamente para producir.
Angelillo UIxó.