Si de verdad un día, pudiese al fin besarte,
si tus manos entonces, tomaran a las mías,
si mi piel y la tuya ardiesen abrazadas,
si mis noches no fueran, solitarias y frías.
Si a mi lado pasaras largas tardes de invierno,
si fuese innecesario ya buscarte a escondidas,
si no tuviera entonces que soñar tu presencia,
si tu luz inundara la calma de mis días.
Entonces, cuando al fin tu me ames,
me beses y me abraces,
cuando ya no te sueñe y te tenga a mi lado,
¿Desvelaras mis noches como lo haces ahora?,
¿O morirá la magia de este amor anhelado?