Corre, corre ve y dile a mi amada
dile, dile que venga
toda vestida de blanco, blanco y hermosa perla.
dile, dile.. que sueño quererla.
La lluvia gota tras gota
puñales blancos en tierra,
extraño entramado de higuera.
¡Qué es bien hermosa la novia con su guirnalda y diadema!
Pero dile, dile... que mis sueños son sólo de ella!
Dos mozos en la plaza, son necios potros de arena.
Potros de roja sangre salpicados de viruela.
Son de palabras amargas
palabras negras y necias.
¡Qué son dos fieros rivales!
¡Qué los dos quieren tenerla!
Dile, dile... que es preciso que venga.
¡Que no es prudente muchachos!
¡Qué no golpeen esa puerta!
Agorera de sabia lengua
reza pócimas secretas.
¡Sangre que viertes sangre, sangre joven,
sangre fresca!
¡Qué no es prudente muchachos!
atizar el fuego que les quema!
El cielo a sus nubarrones no abre cielo
por pereza.
Corre, corre... e insiste que debo verla.
Un niño con sus cabriolas es liebre de la pradera.
Con ingenuas palabras nuevas noticias al cura lleva
Y el cura de a pocos les reza...
¡Sangre que viertes sangre, sangre joven,
sangre fresca!
La campanas de la iglesia parece que arrojan piedras.
¡Qué la lluvia se torna amarga,
blancos puñales en tierra!
Un remolino de sangre se abre paso por la senda.
¡Qué son fieros los rivales, cual finos gallos de pelea!
¡Ay que lucha tan fiera!
Ay cuando el amor espolea!
¡Ay que camino tan largo, el de la plaza a la iglesia!
¡Ay que sí está la novia, ahora llora que llora!
¡Mira que sí está llorando!
¡Mira que sola les llora!
Toda vestida de negro, ébano y rosa negra.
¡Qué es bien hermosa la novia, con su guirnalda y diadema!
Racsonando ando